Esa Flor...

Una de tantas Flores almacene aquella tarde un 14 de febrero del 2004, una sensación difícil de explicar que lleno la vida por ese momento de múltiples alegrías, que llegaron inesperadamente a un lugar donde no vivía, una sorpresa increíble que a toda mujer halaga y llena de felicidad.

Unas flores recibidas de un ser que enlazaba la otra mitad del cuadro completándolo perfectamente, para de repente en un futuro convertirse en lo mas detestable del mar y esa flor representar un momento alegre de tantos tristes.

Ese día de rosas suspiro mi ser de amor reconociendo que seria difícil borrarlo y efectivamente así es, convirtiéndose en la primera y ultima vez de sueños de amor y deseo intenso.

Uno de mis grandes inspiradores de amor y de entrega sin limites tratando permanecer por mas heridas recibidas en uno de mis mas grandes tesoros.

Otra tarde de 14 de febrero del año siguiente, en otro lugar donde no vivía, me llamaron a recepción por segunda vez recuerdo que era un chico de piel oscura de apariencia sencilla y actualmente de exterior beatón, me entrego un hermoso ramo de rosas me dijo –Estas te la envían-.

La palidez en mi rostro fue exageradamente intensa, la entrega de amor hacia ese ser crecía cada vez más convirtiéndose en mas de la mitad de una vida que sin lugar a dudas ese ser tenia que existir.

Hoy en día esa flor permanece conmigo, respetando esa felicidad bendecida por Dios, pero algo extraño ocurre con esa flor, se ha secado, tomo otro color y no quiere volver a revivir por mas que lo he intentado ya esta totalmente seca y sin fuerzas para comenzar otra vez.